PADRE NUESTRO,
que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, Hágase Tu Voluntad así en la Tierra como en el Cielo. El pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores, no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. AMEN.
¡SEÑOR BENDICE!
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO, AMEN.
Esta oración la debemos pronunciar antes de iniciar cualquier actividad.
ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
¡Señor Jesucristo Hijo de Dios, por la intercesión de Tú Santísima Madre y de todos los Santos, ten Piedad de Nosotros, Amén!
TRISAGIO
¡Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros!
Se reza tres veces, en honor de la Santísima Trinidad. Cuando rezamos Santo Dios, nos referimos a Dios Padre, cuando decimos SANTO FUERTE, lo hacemos en memoria de Dios Hijo, porque EL es Todo Poderoso, al igual que Dios Padre así como por haber sufrido en la Cruz. SANTO INMORTAL en memoria de la Tercera Persona: El Espíritu Santo, que es eterno al igual que Dios Padre y Dios Hijo, dándonos la vida eterna.
A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén!
¡SEÑOR TEN PIEDAD DE NOSOTROS!
BENDICIÓN DE LOS HIJOS, FAMILIARES Y AMIGOS
¡Oh Dios Nuestro, Padre Celestial, Tú que amas a la humanidad, Tú que eres compasivo y misericordioso, ten piedad de tu siervo (nombre) por el que humildemente oramos y encomendamos a tu protección. Sé Tú o Dios, Su guía y guardián de todos sus esfuerzos, guía lo por el camino de la verdad y acercarlo a Ti para que pueda llevar una vida piadosa y justa en Tu amor y temor y haga Tú voluntad en todas las cosas. Concédele la gracia para que sea mesurado, diligente, emprendedor, piadoso y caritativo. Defiéndelo de los asaltos del enemigo y concédele la sabiduría y fuerza para resistir toda tentación y corrupción de esta vida y dirígelo por el camino de la salvación, por los méritos de Tu Hijo, Nuestro Salvador Jesucristo y la intercesión de Su Santa Madre y de todos los Santos. Amén!
ORACIÓN DE LOS CASADOS
¡Oh Dios misericordioso a Ti oramos para que nos recuerdes que el matrimonio es santo y que debemos mantenerlo así. Concédenos Tu Gracia para que podamos continuar en la fidelidad y el amor. Aumenta en nosotros el espíritu de entendimiento y confianza mutuos, que ninguna pelea o conflicto venga a nosotros. Dános Tu bendición para que podamos estar ante nuestros semejantes y ante Tus ojos como una familia ideal y finalmente por Tu misericordia, haznos dignos de la vida eterna, porque Tú eres nuestra santificación y te damos gloria, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén!
ORACIÓN ANTES DE TOMAR EL DESAYUNO
¡Oh Santísima Trinidad, ten piedad de Nosotros! ¡Señor perdona nuestros pecados!, ¡Maestro, perdona nuestras trasgresiones!, ¡Santo, visítanos y cura nuestras enfermedades por el amor de tu nombre!.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor ten piedad, Señor ten piedad, Señor ten piedad.
¡Oh Cristo Dios, bendice los alimentos de tus siervos porque Tú eres Santo, Ahora y Siempre y por los siglos de los siglos. Amén!
ORACIÓN AL TERMINAR EL DESAYUNO
¡Más Honorable que los Querubines y más gloriosa que los serafines, Tú que sin mancha diste a luz al Verbo de Dios, Madre de Dios verdadero, te magnificamos!
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
Señor ten Piedad, Señor ten piedad, Señor ten piedad.
¡Dios está con nosotros, a través de su gracia y amor por la humanidad, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén!
ORACIÓN PARA ANTES DE COMER
¡Padre Nuestro...!
¡Gloria ...!
Señor ten piedad (Se repite tres veces)
¡Oh Cristo, Dios nuestro, bendice los alimentos de Tus siervos, porque Tú eres Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén!
ORACIÓN DESPUÉS DE COMER
¡Te damos gracias Cristo, Dios Nuestro, porque nos haz satisfecho con los frutos de la Tierra, te pedimos que no nos priven de Tu Reino Celestial, sino así como viniste entre tus Discípulos, Oh Salvador, dando Paz, así ven con nosotros y Sálvanos!
¡Gloria...!
Señor ten piedad (Se repite tres veces)
¡Bendito sea nuestro Dios que ha tenido misericordia de nosotros y nos alimentó de sus dones a través de Su gracia y amor a la humanidad, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén!
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